martes, 14 de junio de 2011

SOCIALDEMOCRACIA


Sucesivamente van cayendo los gobiernos socialdemócratas de Europa. Víctimas de una crisis que no pudieron prever, como casi nadie y sobre todo víctimas del discurso dominante, impulsado desde hace décadas por el pensamiento neoliberal en todo el mundo desarrollado.

Ahí comienzan las dudas. Ese rearme ideológico del conservadurismo europeo, generosamente financiado en múltiples fundaciones e institutos de estudios, no fue contrapesado por iniciativas similares desde la izquierda. Sólo la llamada Tercera Vía del laborismo inglés
llegó a una elaboración teórica, con propuestas hoy piadosamente olvidadas. En el resto de Europa la pobreza de ideas ha sido manifiesta, llevando a aplicar las mismas políticas económicas que los conservadores. De ahí que en épocas de crisis los electores prefieran el modelo original y que los votantes de la izquierda acusen el desencanto.

No es fácil producir una alternativa socialdemócrata. El modelo clásico, desarrollado en la posguerra, generaliza el Estado de Bienestar y un modelo de protección e intervención estatal en múltiples áreas de la economía. Queda superada la tradicional lucha de clases, de intereses encontrados, por un modelo de concertación laboral, de integración social que amortigua las tensiones sociales al precio de aceptar el modelo dominante de economía de mercado y sociedad abierta.

La crisis de principios de los 70 lleva a incorporar nuevos valores a la política: perspectiva de género, asuntos de identidad, ecologismo, etc, sin alterar las bases del modelo. La crisis actual es aprovechada por el pensamiento neoconservador para generalizar sus modelos sociales.La globalización ha hecho el resto, empujando la deslocalización, la precarización del trabajo y la entronización del consumo.

Es poco probable que la socialdemocracia desaparezca pero es evidente que deberá actualizar su mensaje. Porque los principios no varían pero las políticas deben hacerlo para dar respuesta a sociedades distintas. No es aceptable que casi la mitad de los jóvenes estén en paro o en condiciones de subempleo, que el esfuerzo invertido en carreras académicas sea baldío, que la emancipación se retrase y que la autonomía de las personas para su proyecto personal esté comprometida. Se oyen lamentos jeremíacos en boca de conocidos dirigentes políticos progresistas defendiendo que los cambios son necesarios, pero sin especificarlos.

Probablemente sólo adoptando medidas audaces será posible invertir la situación. Medidas que salvaguardando los elementos esenciales de las políticas progresistas poden las ramas muertas, sin valor añadido, para permitir el crecimiento de nuevos brotes acordes con las necesidades actuales. Pensiones suficientes, sanidad y educación de calidad y universales, forman el núcleo básico de la oferta socialdemócrata, junto con la protección y garantía de las libertades. Pero también deben considerarse las políticas de vivienda y de empleo, la calidad del entorno vital, la protección del medio natural.

Pero la política fiscal, las políticas de incentivos, las regulaciones administrativas, admiten cambios. También las propias Administraciones Públicas, de crecimiento tan rápido. Y sin duda las prioridades del gasto. Tal vez menos inversión en cemento y más en formación, investigación y otras rúbricas, sea un camino necesario.

1 comentario:

  1. Quizás sean las mismas contradiciones de la socialdemocracia las que han propiciado la inversión en ladrillos, tal vez el "gen" de la codicia esté potenciado en el paraíso de las libertades individuales, gen que la socialdemocracia no pudoa contrarrestar. Porque si bien es cierto que la socialdemocracia nacida y crecida luego de la II guerra mundial, no es menos cierto que esa fórmula le era absolutamente necesaria al capital para enfrentar a otros sistemas no capitalistas. Sin duda entramos en una espiral cada vez más cerrada y los problemas son acuciantes. ¿No sería prudente pedir que el estado tome las riendas de dirigir el desarrollo? ¿No sería importante lograr la gratuidad de la enseñanza toda? ¿No sería importante que se implementaran políticas de educadión donde el dinero público fuera a escuelas públicas, gratuitas y laicas?
    Después de todo no son propuestas tan alejadas de la socialdemocracia ¿no?

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