martes, 10 de marzo de 2015

ELIMINAR LA ASIGNATURA DE RELIGIÓN

Pedro Sánchez, Secretario General del PSOE, anunció la revisión de los Acuerdos vigentes con el Vaticano para modificar la condición de asignatura evaluable que hoy tiene la Religión católica y su carácter de curricular para trasladarla al horario no lectivo y de actividades extraescolares, no evaluable en consecuencia. El anuncio se produjo durante una conferencia reciente.

Reitera así un anuncio anterior de Rubalcaba que a su vez recogía el deseo de un amplio sector de afiliados y de votantes socialistas.

El marco actual de relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado está regido por los Acuerdos firmados con el Vaticano en 1979 que regulan distintos aspectos: jurídicos, económicos, educativos, castrenses, etc. Durante los últimos 35 años se han ido adaptando a las nuevas condiciones pero siguen vigentes en su literalidad.

La religión figura en la Carta Magna de dos formas. El artículo 27.3 dice: "Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.". De ese artículo y del 27.9 se deriva la financiación de los centros concertados.

Por otra parte el artículo 16 dice: 
"1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.
2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones."

De ese artículo derivan los mecanismos de financiación que tienen tres vías principales: las ayudas directas vinculadas a las declaraciones tributarias, los convenios para financiar patrimonio, iniciativas sociales y las exenciones fiscales. La organización Europa Laica ha evaluado en once mil millones de euros anuales el monto de esas ayudas. Anotemos que la financiación de otras confesiones religiosas, difícil de rastrear, se mueve en cifras infinitamente más modestas.

Inicialmente excluir la Religión del programa escolar no presenta problemas, siendo una decisión independiente de los contenidos culturales o históricos que deban estudiarse en otras asignaturas. En el momento actual tres de cada cuatro familias eligen la asignatura de Religión incluso en los centros públicos. No parece difícil conciliar el respeto a esa opción con la clara separación del programa común de estudios en el marco de los centros públicos, que deben de ser espejo del carácter laico del Estado. Como en Francia.

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