lunes, 30 de septiembre de 2013

INDEPENDENCIA DE LAS AUTORIDADES REGULADORAS


El Gobierno acaba de crear la Comisión Nacional del Mercado y de la Competencia, que engloba las funciones de ocho organismos reguladores anteriores, algunos muy consolidados como las anteriores Comisiones de la Energía, de las Telecomunicaciones y de la Competencia y otros de menor entidad o en proceso de constitución, como los referidos a ferrocarriles, sector audiovisual, aeropuertos o sector postal.Los miembros de la nueva Comisión, nombrados por el gobierno sin apenas debate sobre su idoneidad, han afrontado ya su primera polémica, con el nombramiento como Directora General de una sobrina del Ministro del que depende la Comisión. Error subsanado de inmediato pero que indica la estrecha proximidad al Gobierno de la teóricamente independiente Comisión.

La creación de esa macrocomisión ha sido fuertemente criticada por englobar bajo la misma estructura sectores tan especializados que harán difícil que los consejeros controlen realmente los asuntos sobre los que deciden. Recordemos que el argumento que sostiene a los organismos reguladores independientes, es trasladar materias muy especializadas y fundamentales para el desarrollo de una economía moderna, a órganos especializados, que ejercen simultáneamente labores de regulación y de control. De ahí el estatuto de sus miembros, inamovibles, con mandatos de larga duración y autonomía funcional. Si falla el principio de la especialización y de la competencia sobre las materias que se regulan, el órgano pierde sentido. Por otra parte la reforma comentada ha sustraido competencias a la nueva Comisión en beneficio de los Ministerios.

El objetivo de las Autoridades reguladoras es garantizar el funcionamiento de sectores que por sus características necesitan estabilidad jurídica que garantice inversiones a largo plazo, como en las industrias de red, o que deban sustraerse a la dinámica política, normalmente más cortoplacista, para garantizar la competencia. Es habitual que tengan carácter colegiado, recuperando así la deliberación y el acuerdo como forma de adoptar decisiones.

Las autoridades independientes, de corta historia en España, están muy desarrolladas en Estados Unidos, Reino Unido o Francia, desde el primer ejemplo, la creación de una Comisión para el desarrollo del ferrocarril, en 1887.

Uno de los problemas principales que deben afrontar es la independencia. En España, los partidos políticos han ocupado muchas instituciones teóricamente independientes, a través de las designaciones por cuotas o cupos. El sistema es democrático, sin duda, pero impide confrontar los méritos de los candidatos. A la vista están los malos resultados que ese procedimiento ha provocado en el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal de Cuentas, el Tribunal Constitucional o las Cajas de Ahorros, por citar solamente algunos ejemplos. Incluso en los pocos casos en los que se ha previsto la comparecencia parlamentaria para valorar la idoneidad de los candidatos, se ha producido un falso debate, respetando los pactos previos.

No siempre las autoridades reguladoras han estado a la altura de los problemas. El escándalo de las participaciones preferentes, por ejemplo, indica la pasividad del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que, conociendo los riesgos, se limitaron a informes de circunstancias, sin elevar la voz ni plantear las acciones que en derecho procediesen.

A veces se habla de la baja calidad de la democracia española, aludiendo a la distancia entre las normas formalmente homologables a otros países y la práctica política, más próxima a los viejos vicios del clientelismo y la impunidad. El Gobierno Rajoy se equivoca al fusionar organismos reguladores tan dispares. Su argumento, la economía de escala, esconde tales riesgos y probables disfunciones, que no permite creer que mejoren los sectores regulados. Por el contrario es probable que “la captura del regulador”, por el mercado, sea hoy más fácil y más frecuente.Una mala noticia para las empresas españolas realmente competitivas.

viernes, 27 de septiembre de 2013

QUÉ HACER CON ESPAÑA



Con ese  título se ha publicado un ensayo ampliamente publicitado y citado, de lectura fácil  y propuestas provocadoras.El autor, desde un planteamiento neoliberal, hace un relato, convincente con muchos argumentos históricos, en un lenguaje directo, prescindiendo de datos.En una primera parte, de carácter histórico, asume  la concepción de la historia de Hegel para concluir que, caído el muro de Berlín y derrotado el comunismo, la Historia se ha terminado, pues el capitalismo ha triunfado y las demás ideologías no tienen nada que ofrecer. Esas tesis, expuestas en su día por Fukuyama provocaron un ardiente debate intelectual. Hoy son menos polémicas, pero por falta de foros adecuados. Es más, el incremento de las desigualdades probablemente provocará conflictos de mayor o menor intensidad.

Partiendo de esa premisa declara que no es previsible que la civilización occidental sea superada en un plazo de varias generaciones. Luego analiza lo que llama capitalismo castizo, sintetizado en una imagen, el palco del Bernabeu, o concentración de dirigentes empresariales que viven de los reguladores o de las subvenciones y del mundo político, que regulan y conceden la dádivas.
Finalmente desgrana sus propuestas: instituciones, partidos, ley electoral, reguladores, justicia, es decir una completa revisión del sistema político, para analizar luego los mercados de trabajo, vivienda y las pensiones.

Como se deduce, estamos ante un émulo de Acemoglu y su teoría de las clases extractivas. Cree Molinas que el enorme problema de España es la política primero, luego Madrid, y finalmente la ideología  centralista, consecuencia de los dos anteriores. No cree que haya alternativa al modelo de economía dual que impulsa el actual Gobierno de España.

Como suele ocurrir en este tipo de análisis, los datos seleccionados corroboran las tesis, y los datos contradictorios se omiten. Molinas cree que nuestro futuro es trabajar como los chinos y cobrar de forma similar o innovar mucho con largos períodos de inactividad laboral. Y con cada persona dueña de su destino .Esa sociedad profundamente liberal en lo económico, sería, también profundamente desigual, un peaje que nuestro autor juzga inevitable. Y así 300 páginas.


jueves, 26 de septiembre de 2013

REY O MONARQUÍA



La operación quirúrgica a la que se ha sometido el Rey de España, ha desatado un debate sobre la conveniencia de la abdicación por motivos de salud. En ese debate, sostenido con fuerza en muchos medios de comunicación, se perciben ecos del deterioro de imagen que ha sufrido el Monarca en los últimos años.

Después de tres décadas largas bajo un pacto tácito de silencio en torno a la Corona como institución, al Rey y su familia y a la Casa Real, el estallido de la crisis ha cuestionado todos y cada uno de los poderes del Estado y ha golpeado con fuerza a la primera magistratura. No son ajenos los errores y escándalos omnipresentes en los medios y en la calle, pero el contexto citado ha puesto el acento en otros problemas. Hoy se reclama la aplicación de la Ley de Transparencia, la respuesta ante la ley en términos similares a los de cualquier ciudadano, se debate públicamente su presupuesto y se publicita su nivel de vida.

Era lógico que así ocurriese y la única anomalía ha sido la enorme duración del período de gracia del que han disfrutado. Además se ha iniciado el debate sobre el futuro de la Monarquía: continuidad en la persona del heredero, poco conocido hasta ahora, o ruptura. Sin duda ésta es minoritaria, pero el contexto político actual, con movimientos abiertamente secesionistas y desprestigio máximo de los partidos políticos que han vertebrado la vida pública y sostenido el régimen constitucional, hace posible cualquier escenario de futuro. Por el momento, la opinión pública si no monárquica es totalmente juancarlista. Pero en tiempos de cambio los procesos se aceleran.

En contra de la sucesión rápida, obran los diversos escándalos que afectan a Juan Carlos de Borbón, y que probablemente le hacen desear un proceso de sustitución más sosegado. También obra en contra la personalidad de Felipe de Borbón, distante y sin definición propia, y cuya pareja ocupa más papel rosa del que resulta prudente. Es cierto que la Reina, según la Constitución española, carece de funciones, salvo en momentos de Regencia y que por lo tanto Sofía de Grecia o Letizia Ortiz, no tienen relevancia. Sin embargo la propia exposición excesiva de los miembros de la Familia Real a los medios de comunicación sensacionalistas, ha producido un desgaste muy apreciable.

Una hipotética Constitución revisada, no podría soslayar fácilmente la forma del Estado. La República no implica necesariamente que exista un Presidente, sujeto al juego más o menos controlado del debate político. Es posible, como en Estados Unidos, que la misma persona asuma la representación del Estado y la jefatura del Gobierno. Las funciones que la Constitución atribuye al Rey, no hacen imprescindible su figura, siendo ese su talón de Aquiles.

Todas y cada una de las funciones constitucionales del Rey, pueden ser atribuidas al Presidente del Gobierno o al Presidente de las Cortes. Algunas son claramente protocolarias, de refrendo de las decisiones del gobierno, que difícilmente podría negar.

La monarquía española, de raíces tan débiles por el desprestigio de los monarcas de la Restauración, solo puede basar su legitimidad en el consenso social. Perdido éste, su tiempo de vigencia será corto. La legitimidad de la Transición, el pacto político y social que permitió pasar con dificultades de una guerra civil intermitente durante siglo y medio a una democracia homologable a las europeas, se ha roto. Las nuevas generaciones no comparten esa visión de superación del pasado y reclaman una nueva legitimidad basada en un acuerdo de nuevo cuño. Aspectos territoriales y culturales, es decir de reparto de la riqueza, de los hechos diferenciales, de los elementos de solidaridad, forman parte de ese debate. No es previsible que produzca cambios en el transcurso de una generación, pero sin duda será el ruido de fondo de los próximos años. Cataluña, como en tantas cosas, ha iniciado el proceso y los demás ciudadanos y territorios se irán sumando al mismo, para asentir, disentir o confrontar.

jueves, 19 de septiembre de 2013

LA ESCUELA FUSILADA

(sobre el documental de ese título)

Un mes después de iniciada la Guerra Civil, la administración franquista dicta su primera norma educativa. En ella ordena una purga del Magisterio, también de otros cuerpos docentes, encomendándola a la autoridad de los rectores universitarios en base a las informaciones aportadas por los alcaldes. Procedimiento sumario, carente de mecanismos garantistas.

En los meses siguientes se organiza y se regula un procedimiento masivo de depuración que durará de forma muy intensa hasta 1943 aunque los coletazos se extenderán un cuarto de siglo. Fueron expedientados todos los profesores de todos los niveles y grados, así como los estudiantes de Magisterio y opositores. En cada provincia se creó una Comisión que a partir de los informes de alcaldes, Guardia civil, curas y otros ciudadanos adoptó decisiones.

El procedimiento partía de separación del servicio de todo el profesorado, debiendo solicitar cada persona su readmisión. Se permitían todas las irregularidades y vilezas, alentando la denuncia anónima o denuncias interesadas y aceptando los rumores tomados como verdades, Con omisión de un estudio riguroso de la actuación profesional de los denunciados, se basaba fundamentalmente en la opinión del cura, en materia de moralidad y en la opinión del alcalde en materia política. Era sancionada toda conducta arreligiosa, distinta de la moral dominante y por supuesto crítica con la Iglesia. Igualmente era sancionada toda tibieza con el Régimen y por descontado la adhesión o pertenencia a sindicatos y partidos.

De esa forma sumaria, un número muy elevado de maestros,fue sancionado. Aunque no existen estudios definitivos sino solo sobre la mitad de las provincias, los datos son extrapolables.Estaríamos ante 60000 expedientes, de los que un 10%,unos seis mil fueron separados de su puesto de trabajo y obligado a buscar otros medios de supervivencia, pues también se les prohibió ejercer en centros privados. Otro 10% fue castigado con el destierro a otra provincia; este castigo afectó especialmente a quienes eran acusados de tendencias nacionalistas y un 5% recibió sanciones económicas. Un 70% quedó libre de culpa. Los castigados fueron mayoritariamente varones, el paternalismo del régimen era patente, y constituían la fracción más dinámica del magisterio: mas inquietos profesionalmente, en su afiliación sindical o política, más notables.

Para cubrir sus puestos se celebraron oposiciones patrióticas donde era determinante haber combatido durante la Guerra en el bando vencedor.

¿Por qué fue tan extrema la represión del Magisterio? Los propagandistas del Régimen defendieron desde el primer momento que era necesario extirpar el ideal republicano de la sociedad. Acusaron a los intelectuales y profesores de haber contaminado el alma de los españoles, católica y tradicional, con las ideas disolventes de la modernidad, laicismo, igualdad, coeducación. En su imaginario, además de los partidos políticos, con especial saña hacia los republicanos, personalizados en Azaña, estaban los institucionistas y todas las actuaciones en las que habían participado. El énfasis que el primer gobierno republicano de Azaña, con Marcelino Domingo como Ministro, dio a la educación, con la construcción masiva de escuelas, la dignificación de los profesores y la apuesta por la modernización de la enseñanza, reivindicando el papel del Estado y alejando a la Iglesia, provocará la reacción de ésta que determinará la política franquista, durante la guerra civil y durante los cuarenta años posteriores.

El documental de Iñaki Penedo y Daniel Alvarez, nos habla de la represión , con el testimonio de los afectados, de sus familiares y de algunos expertos bien conocidos, que la vivieron, como Vicenc Navarro y Josefina Aldecoa, además del hilo conductor a cargo del mayor especialista en el tema, Francisco Morente.
Las generaciones actuales desconocen esos episodios dramáticos de la historia de España. La transición fue cicatera con las víctimas del franquismo, otorgándoles reparaciones mínimas y poca visibilidad. Hoy, cuando la memoria histórica está más presente, las víctimas han fallecido. Nos queda la obligación de dar a conocer los hechos y de recuperar un legado histórico

miércoles, 18 de septiembre de 2013

EDUCACIÓN, CAMPO HISTÓRICO DE BATALLA

El Ministro Wert, cruzado de la causa neoliberal, acaba de hacer públicas las estadísticas de su departamento, reconociendo sin eufemismos la drástica disminución de las ayudas al estudio.Las cifras también indican que el gasto educativo, en fracción del PIB, ha bajado medio punto en un año, alrededor de cinco mil millones de euros, retrocediendo a los niveles del gobierno Aznar y situandose en el 4´5%. Para situarnos, según las cifras del Banco Mundial, superan el 5%, Estados Unidos, Canadá, Polonia, Francia o Reino Unido y superan el 6% Países Bajos, Bélgica, Finlandia, Noruega o Suecia. Junto con el retroceso del gasto en I+D, se confirma que la política española se aleja de las tendencias del mundo avanzado.

En cuanto a las cifras relativas, con el paro afectando a la cuarta parte de las personas activas, se restringen becas y ayudas, se implantan tasas por los servicios educativos y en el acceso a la universidad. Toda una definición ideológica del gobierno actual.

Desde los albores de la España moderna, los conservadores han fracasado en la política educativa, hasta tal punto que es uno de los rasgos diferenciadores con los conservadores europeos. Desde las Cortes de Cádiz, liberales, moderados, progresistas, republicanos y socialistas, se han turnado en la política educativa impulsando la igualdad en la enseñanza, la escolarización universal y gratuita, la pedagogía moderna, la participación. Siempre que los conservadores han gobernado, se han verificado retrocesos. Las derechas españolas nunca han confiado en la educación como mecanismo de movilidad social y de aprovechamiento colectivo de las capacidades individuales.

De ahí los profundos desencuentros tanto en la Segunda República como en el debate de la actual Constitución. Y de ahí también los incesantes cambios durante treinta años en las normas básicas del sistema educativo. A pesar de las concesiones históricas de la izquierda: enseñanza concertada, acuerdos con la Santa Sede, profesorado de religión, etc.

En España se inicia con el Plan de Estabilización de 1959, un proceso de creación y consolidación de las clases medias. Esos sectores desarrollaron un fuerte sentimiento meritocrático, fiando a la educación de sus hijos las oportunidades de movilidad social. Tendencia que se desarrolló ampliamente durante los gobiernos de Felipe González, que registraron una auténtica explosión universitaria, en estudiantes, facultades y recursos, que aún perdura. De forma definitiva, se alcanzaron los estándares de la Europa desarrollada. Paralelamente se rompía la visión dual de los conservadores, que limitaba el horizonte de las familias de menos recursos a las tareas de menor cualificación. Por primera vez en la historia, el estudio no era función del origen social.

Hoy, la visión anticuada del Partido Popular en política educativa, dificulta el futuro. Hemos asistido a debates tan estériles como la asignatura de Educación para la Convivencia, verdadera cortina de humo para evitar los debates de fondo: resultados, autonomía de los centros de enseñanza, recursos económicos y humanos, programas de compensación, participación, igualdad de oportunidades,movilidad social e igualación de oportunidades.

El auténtico debate político, se da en los presupuestos. Cuando se opta por recortar en aquello que nos iguala y sobre lo que se construye el futuro, las consecuencias permanecerán mucho tiempo. Recortar en universidades, enseñanzas obligatorias, formación profesional, investigación, tiene consecuencias que duran generaciones, como advierten todos los expertos. Y no habrá una economía diferente a la del ladrillo, sin una base formativa mucho mejor de la que tenemos. Aquí coinciden todos los economistas.

Alguien podría pensar que los conservadores han privilegiado la libertad frente a la igualdad en su discurso político. Pero, en España, ¡ay!, las libertades democráticas y los derechos civiles también han sido defendidos, impulsados y desarrollados por la izquierda.

Rajoy, Feijoo, Fabra, Aguirre, deberían aprender de otros modelos. Si su desconocimiento del inglés les impide enterarse de lo que ocurre fuera, podrían estudiar las políticas del PNV, tan conservador como europeista, para descubrir que es posible cambiar el modelo productivo, impulsando el conocimiento y la innovación. Sus indicadores, son un ejemplo de éxito y el fruto de políticas de largo plazo. Con las de Wert y sus colegas de gabinete, con el cortoplacismo como norte, solo es posible un debate crispado sobre símbolos, unidades y rupturas.






jueves, 12 de septiembre de 2013

EL DIA DESPUES DE LA DIADA



La impresionante manifestación a favor del “Derecho a decidir”, ha sido un éxito para los convocantes, y una primera aproximación para el resto de España a la situación social y política en Cataluña. Para el Gobierno Rajoy es un problema más en un contencioso territorial que al parecer comienza a afrontarse en conversaciones reservadas.

Al mismo tiempo existe una extraña situación en la que los problemas de fondo no se discuten, sepultados por las emociones. Así, la posibilidad de una secesión en España apenas se analiza con rigor, ni las consecuencias para las partes, ni el modo de afrontarla, ni los derechos de las minorías y de las mayorías resultantes, ni las consecuencias económicas.

La invocación continuada a un referéndum, sin que esté claro lo que se someterá a votación, es una más de las formas de enmascarar el debate. Ni el Gobierno Rajoy ni la oposición han planteado una posición tan elaborado como hizo el Gobierno de Canadá ante el desafío de Quebec en la década de los 90, que dio lugar a la Ley de Claridad en aquel pais, fijando unas normas claras.

Puede ser comprensible que no se debata mucho en Galicia, donde el debate político suele ser de vuelo bajo, o en Andalucía, donde los problemas urgentes pueden tapar los importantes, ni en otras Comunidades. Pero la ausencia de debate en los principales foros y tribunas del Estado, es más difícilmente inteligible. En una forma de pensamiento mágico, lo que no se nombra no existe.

Es cierto que se puede vivir con un problema así durante muchos años, como demuestra Quebec. Pero no es menos cierto que el peso de Cataluña en la economía, la sociedad y la cultura de España es muy elevado y que por tanto sus demandas, más o menos explícitas, deben de ser atendidas, racionalizadas y encauzadas.

Se han planteado tres escenarios: la secesión, el federalismo y un status singular. La secesión no figura en este momento en la agenda de los partidos políticos españoles y por tanto no será considerada durante un largo tiempo. El federalismo, defendido en especial por el PSOE, está superado por la posición del gobierno catalán, y más por la sociedad, que rechazan una nueva lectura igualitaria de la Constitución. La tercera vía, encontrar fórmulas a la carta para encajar la singularidad de Cataluña en el marco constitucional, tropieza, entre otros, con un escollo muy relevante, inexistente en otras épocas: las Comunidades Autónomas. La forma tan poco racional en la que surgieron, y su rápido desarrollo, han generado un marco competitivo entre las mismas y un discurso de agravio frente al Estado, que hace difícil evolucionar hacia una situación asimétrica.

En todo caso el problema, más que social, es político, como lo ha sido durante todo el siglo XX. El Gobierno catalán, atrapado entre la deriva de su electorado y el bloqueo de Madrid, no tiene un futuro cómodo. Rajoy tiene la posibilidad de marcar la agenda pero no de resolver el problema. Su mayoría absoluta no es suficiente para afrontar el principal problema de la gobernación de España, una vez superado el terrorismo. Necesitará fraguar un consenso básico sobre la evolución del Estado, con todo el arco parlamentario, incluidos los socialistas. Éstos, envueltos en un proceso interno de tensiones y desequilibrios, necesitan recuperar autoridad moral en Cataluña.

Además existe el temor generalizado a una reforma de la Constitución que abra más problemas de los que puedan ser racionalmente resueltos. La crisis tan aguda no es mejor marco para revisar a fondo el sistema institucional de las últimas cuatro décadas, aunque motivos y razones no faltan.
Previsiblemente, continuaremos en esta ambigua situación, hasta que las urgencias electorales en Cataluña o en el Gobierno de España, hagan inevitable tomar decisiones.

domingo, 8 de septiembre de 2013

PRIMARIAS

Ha finalizado la elección del nuevo líder de los socialistas gallegos a través de un proceso de elecciones primarias internas, con un éxito rotundo. Éxito por la participación, un 60% frente al 54% de la confrontación Almunia-Borrell en España, único antecedente similar. Éxito por la limpieza del proceso y por el trabajo de los candidatos, directo ante los afiliados-electores y respetuoso en el tono. Y éxito por la apertura, inédita en España, a las demandas de las bases militantes. La claridad del resultado, 77%  para Besteiro y 21% para Vázquez, garantiza la gobernabilidad del PSdeG y legitima al nuevo líder.

Pero no ha sido un proceso fácil. La oposición indisimulada de gran parte de la organización federal y de los dirigentes territoriales así como el fiasco de la sucesión en Andalucía, ilustran sobre la importancia de la experiencia del socialismo gallego. Se ha abierto un camino irreversible, el empoderamiento de los afiliados en una cuestión tan relevante como la elección de su primer dirigente, y por ese camino transitarán antes o después, las demás organizaciones territoriales socialistas y probablemente otros partidos.

Además se pone de manifiesto que la rigidez de los partidos políticos no es irreversible y que basta la voluntad de sus dirigentes, respaldados por sus seguidores, para introducir cambios en las estructuras y apertura a la sociedad.

Y por último las elecciones primarias han sido un éxito personal de Pachi Vázquez, quien tras haber dirigido la organización gallega en uno de sus períodos más convulsos, finaliza su mandato con dos hitos innovadores: incompatibilidades internas y elecciones primarias. Junto con la creación de estructuras provinciales, conforman un legado apreciable y asientan un modelo organizativo distinto, más eficiente, para abordar el reto principal, la recuperación electoral, cuyo primera cita será en las elecciones municipales de 2015.


martes, 3 de septiembre de 2013

LECTURAS DE VERANO 3


No abundan las obras analíticas sobre nuestro pasado inmediato. El necesario distanciamento con los hechos para ofrecer una perspectiva interpretativa y la dificultad de alejarse de interpretaciones de actualidad mediática, explican probablemente ese vacío. Por ello sobresale la obra que comentamos, de reciente publicación y que aborda un período fundamental en la configuración de la España actual.
 
En 2011 se celebró un Congreso de Historia sobre la época socialista, parte de cuyas ponencias, reelaboradas, han sido ahora editadas. Hasta veinte historiadores diseccionan las diferentes políticas sectoriales de los Gobiernos de Felipe González, deteniéndose especialmente en la política internacional y el Estado autonómico, aunque este último capítulo sea muy discutible.
El cambio del propio Partido Socialista y la adopción de nuevos valores en detrimento de la visión marxista anterior, también reciben atención.

Como acontece con todas las obras colectivas, los análisis son muy diferentes y a veces reiterativos. También las omisiones, entre ellas las políticas educativas, sanitarias, de infraestructuras, industriales o locales, por citar algunas relevantes. En otros casos el análisis se acota a períodos más cortos, como la política cultural de la que solo se considera la primera etapa.

Pero en su conjunto el libro es una aproximación templada a la acción gubernamental de un período de mayoría absoluta que permitió desarrollar una acción de largo alcance cuyos efectos siguen vigentes en muchos casos.

lunes, 2 de septiembre de 2013

LECTURAS DE VERANO 2

Ha pasado relativamente desapercibido el libro adjunto, escrito por el director del diario "La Vanguardia", edición madrileña, a pesar de tratarse de un texto notable por varios motivos. En primer lugar por ser obra de un periodista que además escribe con buen estilo y con una visión singular. Emulando al extraordinario Pla, traza una visión de la España actual, desde una visión catalana y catalanista pero muy integradora, sin concesiones a las tendencias del momento.

La tesis del autor figura en el título. Modestia como actitud necesaria en los dirigentes frente a la magnitud de los problemas y modesta valoración de la posición de España en el concierto internacional durante los próximos años, lejos del triunfalismo tantas veces anunciado por el gobierno de turno.

Especialmente interesante resulta el análisis de la Transición, respetuoso con su importancia pero enmarcándola en el cambio político que en la misma época vivió el arco mediterráneo, bajo la influencia directa de las potencias del momento, Estados Unidos y Alemania. También es más que notable la descripción del proceso de creación de las autonomías, alejado de cualquier planteamiento racional y fruto de la irresponsabilidad de las élites políticas territoriales en un momento de crisis del poder central y de debilidad estructural de los partidos políticos.

De esos problemas, sumados a la crisis y sus consecuencias, deriva el autor su posición. Necesidad de una España asimétrica para dar salida al contencioso catalán, y de paso al vasco o al gallego. Inviabilidad de una parte del modelo autonómico, no basado en capacidad económica ni asunción social, a diferencia de nuevo del catalanismo. Se podrá estar de acuerdo o disentir con el autor, pero su exposición, desapasionada, documentada y posibilista, expuesta con amenidad y rigor, merece una lectura.El texto es crítico con el papel del socialismo en determinados momentos, en especial con el Estatuto de Cataluña actual y con el mapa autonómico. También lo es con el papel de la autonomía madrileña, a la que considera distorsionadora del mapa actual y claramente beneficiaria del modelo.